Todo lo que debes saber para conducir de noche con seguridad

Con la llegada del otoño las horas de luz natural se reducen. Conducir de noche conlleva una serie de riesgos que durante el día no existen, como puede ser una disminución del campo de visión, menor nitidez o visibilidad en la carretera o aumento de fatiga. Muchos conductores se sienten inseguros al conducir de noche por estos motivos. Por eso, te damos una serie de pautas que deberás tener en cuenta para conducir de forma segura.

Consejos para conducir seguro de noche

Regular los faros. Tener los faros a punto nos garantizará tener una mejor visibilidad y así evitaremos deslumbramientos a otros usuarios de la vía.
Regular los espejos del vehículo para observar con claridad los vehículos que circulan por la carretera, ampliando nuestro ángulo visual y reduciendo al máximo el ángulo muerto. La correcta colocación de los retrovisores ayuda a conducir de forma fluida, segura y controlada. Pero no olvides hacerlo antes de mover el vehículo, ya que hacerlo mientras conduces supone una distracción muy grave, y, además, una infracción que puede ser multada.
Evitar tener luces encendidas en el interior del vehículo. Éstas reducirán nuestra visión y pueden convertirse, también, en un motivo de distracción e infracción.
Mantener todos los cristales limpios, sobre todo la luna delantera y trasera. Disponer siempre de líquido limpiaparabrisas para poder limpiarlos si fuera necesario y así evitar reflejos molestos.
Aumentar la distancia de seguridad para tener más tiempo de reacción ante cualquier imprevisto.
Conducir de noche requiere más atención y concentración. Los peatones o ciclistas son usuarios de la vía especialmente vulnerables que podemos encontrarnos de repente al no tener gran visibilidad. Por esto, reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad y la precaución son muy importantes.
Utiliza las luces largas solo en aquellas vías permitidas y con visibilidad muy reducida. Además, deberás dejar de utilizarlas cuando te cruces con otro vehículo o cuando circules detrás de uno. En caso contrario, puedes provocar deslumbramiento al conductor con riesgo de accidente.
Asegurarnos de que nuestra vista se encuentra en perfectas condiciones haciéndonos revisiones periódicas.
Adaptar la velocidad a las condiciones e iluminación de la vía por la que circulamos.
Tener el vehículo bien ventilado y mantener una temperatura agradable. No abusar de la calefacción para evitar síntomas de somnolencia.
Si vas a emprender un viaje largo, aumenta la frecuencia de descanso. Es conveniente parar cada cierto tiempo para descansar, estirar las piernas o, simplemente, para que nos dé el aire.

¡Sigue estos sencillos consejos para aumentar la seguridad al volante! De esta forma, conducir de noche puede ser una buena alternativa para evitar congestión en las carreteras si queremos realizar un viaje largo, sobre todo, en época de festividades o vuelta de vacaciones.